Inés tenía 9 años cuando empezó a nadar en un equipo y desde entonces ha pasado innumerables horas en el agua. Primero como atleta (natación, waterpolo, salvamento) y después como monitora de actividad acuática infantil. Se especializa en “aprender a nadar sin traumas” gracias a su sensibilidad al acompañar a cada persona en el descubrirse un “ser acuático”. A través de su experiencia enseñando, encuentra que el aprendizaje sólo es completo y profundo cuando los tres niveles del Ser (mental, físico y emocional) están implicados. Inés encontró su vocación en el Watsu, disciplina que integra estos tres niveles de manera armoniosa y fluida. Paralelamente, se titula como Doula, para acompañar a las mujeres embarazadas en su proceso de maternidad. Lo que destaca en sus sesiones es la armonía entre el trabajo físico y el bienestar emocional, con el objetivo de que cada experiencia en el agua despierte el gozo de estar vivo.